El punto de vista de Gabriela

«Me alegro de que tu madre y tu padrastro hayan solucionado sus problemas», afirmó la organizadora.

Asentí y respondí: «Sí, yo también. Pensaba que la boda se había cancelado, pero me alegro de que lo hayan solucionado».

«¿Entonces se aplicarán los cambios en la boda?».

«Sí. Se aplicarán los cambios que quería mi madre, así que espero que todo esté arreglado». Pasé la siguiente página del PowerPoint que me envió para ver si todo estaba en orden.

Mañana es la boda y estoy muy ocupada porque mi madre me ha encargado la coordinación de su boda. Ella quiere que sea perfecta, y yo también. Sin embargo, no puedo quitarme de la cabeza el hecho de que mañana Alejandro se convertirá oficialmente en el marido de mi madre ante los ojos de todos.

Ahora nos resultará más difícil ocultarlo.

«¿Gabriela?», me llamó la organizadora.

Parpadeé antes de volverme hacia ella. «¿Qué pasa?».

«Llevo un rato hablándote y parece que no me escuchas. ¿Estás bien?».

Sonreí con fu