En la casa del gran Igor Hagen, Ingrid aprovecha que se queda a solas con su hermano Lucas para platicar con él, sabe que algo muy raro está pasando y quiere saber exactamente que es.

— Y bien quiero saber de donde salió ese auto, y no me cuentes cuentos, quiero toda la verdad — ella conoce bien a su esposo y sabe que algo malo está pasando y quiere saber que es antes de que su suegro se entere.

— ¿De qué verdad hablas?, ya te dije, el me compro ese auto por que quiso — no puede decirle a su hermana que la traiciono solo por un auto.

— Lucas mírame, ¿crees que soy tonta?, el no regalaría ni sus pecados, es hijo de ese hombre, hora cuéntame, ¿Por qué te compro ese auto?, lo conozco, tú lo viste haciendo algo malo y él te compro el auto para que no dijeras nada, ¿cierto? — lo único que quiere es ayudar a su hermano a salir del problema en que sabe que se metió.

— Pero… no digas esas cosas, ¿Cómo se te ocurre decir eso hermanita?, ¿Qué no conoces a tu esposo?, ¿acaso el no me puede hacer