༅➹⁂ Brook ⁀➷♞

Llegamos al rancho. Apenas bajamos de la camioneta, mi pequeño corre directo a mis brazos.

—¡Tío! —su vocecita me reconforta más de lo que esperaba.

Lo alzo y lo estrecho con fuerza. Durante estos días que estuve fuera hablamos por videollamada, pero poder abrazarlo es otra cosa: una recarga de energía.

—¿Cómo estás, campeón?

—Listo para mi fiesta —me dice, y enseguida pone la queja—. Mi mamá no quiere que use mi uniforme de béisbol, dice que debo vestirme formal, con botas y sombrero.

—Bueno, creo que tu madre tiene razón. Yo también me vestiré formal, y seguramente todos los invitados lo harán.

—Está bien, lo haré porque tú lo dices —dice con un puchero.

—Debes obedecer a tu madre —le digo con suavidad—. Ella siempre va a querer lo mejor para ti.

—Está bien.

Entonces ve a Eleonor, su carita se ilumina. Lo pongo en el suelo con cuidado y corre hacia ella para abrazarla.

Eleonor se agacha para recibirlo, y él se lanza a sus brazos con esa confianza que solo los niños t