°❀⋆･ᥫ᭡⋆ﾟ❣︎ Eleonor ⋆˚✿

Mi mañana empieza de manera peculiar: un buen café, una pelea absurda que nos llevó a tener un increíble momento en la ducha y no sé cómo sentirme al respecto.

Brook tiene la asombrosa capacidad de llevarme del enfado absoluto, al éxtasis en un abrir y cerrar de ojos. En un instante, desata mi furia; al siguiente, me eleva al cielo dejándome completamente plena y satisfecha.

Llego al pequeño hotel, bastante alejado del pueblo en el que me citaron Monique y Frank, voy directamente a la habitación y toco la puerta.

—Hola, preciosa —Frank me envuelve en un abrazo, al verme.

Es un lugar bastante sencillo, pero limpio y seguramente pasaría desapercibido.

—Hola —respondo con una sonrisa.

—¿Cómo estás? —pregunta Monique con curiosidad—. ¿Han mejorado las cosas con el vaquero?

—¿Qué cosas? —inquiere Frank, alzando una ceja.

—No nos llevamos muy bien —hago una mueca, sin disimular mi supuesto disgusto.

—¿Ha intentado propasarse? —su tono de voz sube un poco.

—