Capítulo 19. Inquietudes
Capítulo 19.
Inquietudes.
Gildris va distante y muy seria en todo el camino de vuelta a casa; incluso al llegar, baja del auto ignorándolo y se va a su habitación, con una rabia interna que no entiende. Solo ver lo pegajosa que era Belinda le causa irritación.
Tras asearse y vestirse, Gildris se reúne con Bastián en el almuerzo; el silencio es tenso y su expresión distraída y distante es más evidente. Ella juega con la zanahoria sin mucho apetito.
—¿Vamos al jardín a tomar el sol?
—No tengo ganas.
—¿Entonces me puedes hacer un masaje? Me duele el hombro.
—Qué raro, ¿no te dolía cuando Belinda se colgaba de tu brazo? —pregunta arrogante.
—¿Eso son celos?
—Tonterías, es una simple pregunta —dice ella enarcando una ceja de manera involuntaria, ya que lo hace cuando está molesta; incluso tiende a cruzar los brazos como lo hace ahora, pero parece que ella no lo nota.
Bastián sonríe ligeramente, tomando de su jugo.
—¿Entonces sí me harás el masaje?
—Tal vez —dice ella