Capítulo 14. Pasa tiempo.
Capítulo 14.
Pasa tiempo.
Gildris lo mira incómoda; ella da dos pasos hacia él, cuando el llamado de Bertha los interrumpe.
—Señora, el ungüento.
Gildris se aleja de Bastián, acercándose a la puerta para recibir el ungüento.
—Gracias, Bertha, preparen la comida que les pedí, por favor.
—Sí lo señora.
Al retirarse Bertha, Gildris deja el ungüento en la mesita y camina al armario a buscar la ropa de Bastián. Este solo la observa en silencio, hasta que ella se aproxima a desvestirlo. Sin más, ella camina llevándolo a la ducha, lo ayuda a entrar en la tina y empieza a bañarlo. Poco a poco, con delicadeza lava perfectamente su cabello, restregando las partes que ella considera accesibles de su cuerpo, dejando las más íntimas a Bastián.
Pasándole la esponja en la pierna, Gildris se sonroja intentando no mirarlo al sentir su hombría. Esta tarea de bañarlo es cada vez más difícil, al igual que sacarlo de la tina, ante su cansancio.
—Espera, Bastián, me voy a caer… —Gildris s