Ethan estaba haciendo sus tareas de la escuela cuando su computadora comenzó a emitir un pitido constante. Era una video llamada. No podía identificar que donde provenía, pero respondió igual. La pantalla le devolvió la imagen de Deanna.
- ¡Deanna! –
- Hola Ethan ¿cómo estás? – Su sonrisa era apenas una mueca.
- ¡Deanna! ¿Dónde estás? –
- Lamento mucho lo que pasó… Lo siento… Me dijeron que querían verme –
- ¡Si! ¡Si! ¡Espérame que voy por mis hermanos! ¡Espérame Deanna! –
- Claro… -
Ethan salió corriendo, pero no encontró a sus hermanos en sus habitaciones. Bajó las escaleras y los vio en el salón con Daniel y Camila.
- ¡Naomi! ¡Jonathan! ¡Vengan rápido! ¡Es Deanna! –
Jonathan se puso de pie de un salto, su carita llena de emoción.
- ¡¿Dónde?! – Le preguntó Naomi.
- ¡Arriba, en la computadora de mi habitación! ¡Vengan! –
Naomi salió corriendo y el pequeño detrás de ella.
- ¡¿A dónde van?! ¡Niños! – Los llamó Camila.
Ninguno de los tres la oyó.
- ¡Daniel has algo! ¡Esa mujer…! –
Todo