Ahora se veía diferente, quizás mejor. Estaba detrás de una mesa alta, completamente perpleja. Esos ojos castaños me miraban aterrados, y tuve que usar toda mi fuerza para contener a mi lobo, que deseaba gritar delante de todos los alfas que ella era mi mate… y besarla. Por la diosa, ¡cómo quería be
Federica Navarro
Hola hola!
Tenemos punto de vista de Sebastián, ¿qué les parece?
Los leo!
Bso
Kika