30. Esos se llaman celos.
Marie y mamá habian escuchado parte de la discusión, se acercó a mí, yo estaba tan furiosa.
- Samantha, ¿qué paso?.
- Estabamos en el restaurante y yo me encontré a un amigo, hablamos y luego el se puso furioso, me acusó de coquetear con él. ¡Yo no hice eso! y como siempre, en su estúpida arrogancia, cree que debo hacer las cosas como el dice, sin objetar. Perdóname Marie pero tu hijo es un idiota.
- ¿Quieres venir conmigo a mi casa? te hará bien.
- ¿No escuchaste?, no puedo salir si no es con él, y créeme, sus guardaespaldas son muy leales.
-Toma las cosas de mi nieto y ven conmigo, le daremos una lección a ese cabeza dura.
*
Ella amenazó a Enzo con despedirlo si no nos llevaba a todas a su casa, entonces, mamá, Marie y yo, junto con mi hijo, nos fuimos, obviamente Gabriel lo sabría en el instante en que pusiera un pie fuera de casa.
Llegamos a casa de Marie, siempre era impresionante de ver, parecía una galeria de arte y me encantaba.
- Ven Sam, te mostraré fotografías vergonzosas