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Tras acabar con los lobos que estaban amenazando la paz de Vestigia, decido dar un par de vueltas alrededor del territorio. Si bien mis hombres y yo acabamos con la mayoría, otros tantos lograron escapar del lugar y es lo que no me deja estar en paz.

Para mi buena y mala suerte, Johan tenía razón, los lobos que estaban asediando el área, eran los mismos que atacaron Umbra hace seis años, y definitivamente, no son lobos salvajes.

Si bien hace seis años era un mocoso inexperto que apenas estaba haciendo un vínculo con su lobo, ahora, soy un alfa con demasiada experiencia para mi edad.

A mis diecisiete años, me dejé engañar por el aroma a sangre y a podredumbre que usualmente despiden los salvajes, ahora que me los volví a encontrar, pude identificar perfectamente el motivo del por qué nadie podía ponerse de acuerdo antes en su aroma…

El alfa de los lobos de esta manada es un sanguinario, por lo que sus guerreros más leales, despiden un aroma a muerte, un aroma que cada lobo percib