Tiana sonrió al notar la curiosidad de Virginia. — El Rey Lance no tenía problemas en acostarse con otras mujeres aunque estuviera casado con la Reina Cassandra. — Contaba la guardiana. — Sé eso, pero Lance amaba aún así a Cassandra. — Recalcó Virginia. — Quizá, no soy una experta en el amor, aún sigo soltera jaja~ — Rió Tiana. — Pero es distinto… La Reina Cassandra nunca se quedó en la habitación del Rey y se sabe que él no le era totalmente fiel. Hubo un tiempo que si estuvo con ella nada más, pero después del nacimiento del príncipe Landel, el Rey se volvió cada vez más distante hasta que nuevamente comenzó a estar con otras mujeres. "Sé muy pocos detalles de lo que fue la relación de Lance y Cassandra…""Quería preguntarle de eso a Lance, aprovechando que le puedo pedir lo que sea en compensación a que rompió su palabra por tocarme" Pensó la joven Gorianita. "Sin embargo… Ahora siento que eso sería como cobrarle por algo que después de todo… Me hizo sentir bien y una parte
— ¿Dónde está el príncipe? — Preguntó Lance al llegar al castillo de su hijo, en compañía de su secretario principal. — Bienvenida su majestad, Rey Lance Lamparth. El príncipe heredero se encuentra en el jardín sur, en el invernadero con su tío materno, el marqués Forsten. — Contestó de inmediato el mayordomo. Lance no dijo más nada y se dirigió hacia dicho sector. …..— Ahí no. Fíjate bien, antes has dividido tus tropas, si mueves el primer grupo ahí caerás en las trampas que dejé, voy a emboscar a tus soldados y morirán. — Decía el marqués, enseñando a Landel estrategias de guerra. El pequeño niño con un gesto pensativo veía el tablero grande en la mesa del té, el cual tenía un mapa de todo un escenario con montañas y pueblos. Las finas y glamurosas figuras de madera coloreadas eran de colores rojas y azules, ellos movían las fichas que con sus formas representaban campamentos, tropas, trampas, etc. — ¡No se! — Exclamó Landel inflando sus mejillas molesto y posando sus manitas
***************••••••••••***************>>> Virginia Wiztan De Lamparth: La Reina de Maita. Ya era un miembro del Linaje Real, pertenecía a este glorioso país, tanto como a Gorian. Sabía que Maita no me recibió con sus brazos abiertos y una gran parte de sus nobles me soportaban por exigencia de Lance. Sin embargo, era mi nuevo hogar. En este hermoso Reino, viven los dos hombres que se volvieron mi familia. Lance y Landel. Sentía mi corazón latir aceleradamente, estaba nerviosa, viéndome ahora sí, lista para salir a la fiesta ceremonial. Se supone que todo esto debía realizarse en los tres días que duró mi ceremonia de bodas, pero fue totalmente omitido por Lance. — 7: 20 pm. A las 8 la Reina tiene que hacerse presente. — Informó mi asistente, terminando de leerme uno a uno los eventos durante la ceremonia. — Finalizará la ceremonia a las 9 pm aproximadamente. Su majestad la Reina puede retirarse hasta las 11pm. Eso solo si así lo desea o quedarse aún en la fiesta que se exte
***************••••••••••***************Los Reyes de Maita finalmente habían salido del castillo principal esa noche. Virginia Wiztan veía la hermosa gran fuente del jardín este, recién había escuchado los acontecimientos que ese Rey había vivido durante lo largo del día. Lance permanecía en silencio sentado en una banca cercana y Virginia de pie con su vista posada en el agua cayendo de la fuente tenía una tensa expresión. "Debería estar feliz…""Lance aprobó el divorcio de la concubina Abril Brown y se hará público mañana durante el desayuno en la fiesta de jardín para despedir a los invitados nobles" "Pero… ¡No era como lo esperaba!""No era como yo lo quería…""Ella se va a casar con el marqués Forsten" "¿Eso no significa que le seguiré viendo?""¿Eso no es darle más acceso a esa mujer al príncipe Landel?""¡No quiero eso!" "¿Por qué Lance permitiría eso?""¿No me dijo que era su plan deshacerse de ella?""No creo que ella vaya a morir si Lance hace algo así… A no ser que…"
••••••••••La joven de cabello rubio, rizado y corto, caminaba a toda prisa por un pasillo al aire libre en las afueras del castillo principal Maitano. Sentía que las zapatillas le lastimaban de lo rápido que iba, casi corriendo para alcanzar a ese hombre elegantemente vestido y de un corto cabello de un tono rubio claro. — ¡Por favor, señor Jones, espere! — Pedía la joven de aspecto dulce e inocente, alzando su voz suave y que en ese momento, estaba temblorosa. Sin embargo, ese Barón que iba caminando a pasos rápidos ni siquiera la volvía a ver. — ¡Señor Jones! — Volvía a llamarlo, Lady Abigail Haltón. Finalmente su prometida se detuvo volviendo a ver a los alrededores. No había nadie en dicho sector. Él sonrió. Allen Jones conocía perfectamente todo el territorio Real de Maita. Que zonas protegían más en los eventos de ese tipo, cuáles eran más vulnerables, en qué sitios se podría tener una charla amena con nula vigilancia. Abigail Haltón, al ver la sonrisa de ese hombre s
— ¡Lance! — Le llamó el comandante Charlie. — ¿Ya te han informado tus guardianes? Envié a uno de mis caballeros a dar el reporte. Allen no está. Creo que se fue del territorio Real. — También pienso lo mismo, lo conocemos bien para saber que haría algo como eso… Necesito confirmarlo para decidir que acciones— El Rey hizo una pausa, guardando silencio. — ¡Envíame a su mansión, Lance! — Pidió Charlie. — Si él volvió ahí, es por que tiene cosas que hacer, no debe estar planeando nada bueno. Posiblemente se llevó a Lady Haltón como una rehén. Lance en ese instante recordó la información de los soldados que murieron después de ir a la frontera con Gorian por posible pedido del Barón Jones. — No. No vayas a ninguna de sus propiedades en la capital, Allen no tomaría un rehén cuando está en desventaja. Él va a Gorian, ¡Hay que evitar que ese maldito cruce la frontera! — Exclamó el Rey enfurecido.
••••••••••La mirada marrón del Barón Jones veía a distancia su mansión prendida en fuego. Todas las zonas donde tenía información importante ardía ahora en llamas. Las llamaradas a distancia se reflejaban en sus ojos, sus manos sostenían las riendas del caballo que montaba sobre una colina a distancia. Gritos de los sirvientes en la mansión se escuchaban claramente hasta donde él se encontraba… Eso sí, los pocos que quedaban vivos después de que el Barón enviara a sus hombres más fieles a matar a la mayoría. Una vez esos cuatro caballeros cumplieron sus órdenes y fueron a la colina con el Barón…Se encontraron con una trampa y sus vidas… Se apagaron. Si se iba a ir de Maita tenía que ser solo y para siempre. Clop~ clop~Comenzó a cabalgar en su caballo adentrándose en el bosque.Una capucha oscura lo cubría y él se dirigió por la ruta segura a la frontera con Gorian. Al menos un día le tomaría ese viaje, pero si lograba cruzar, todo saldría según lo planeado. Adiós Maita, adió
••••••••••— Pensaba traicionar a los Lamparth. — Confesó el Duque Brown al Rey Maitano. Virginia abrió sus ojos de par en par sorprendida y volvió a ver hacia su esposo que estaba sentado a su lado en ese sofá largo del salón gris, llamado así por tener una decoración resaltante en ese tono y otros opacos, además de decoraciones de plata. Un salón bastante seguro y usado exclusivamente para reuniones con miembros nobles de ciertos rangos. …..Ante la confesión del Duque, Lance lucía totalmente calmado e imponente. Sentado con sus piernas cruzadas y su brazo izquierdo posado en el borde alto del sofá trás el espacio donde estaba sentada su Reina. — ¿Sabes que lo que acabas de admitir es traición al Reino y castigado con el despojo de tus posesiones? — Sí. Ahora que el Barón Jones huyó y terminó derrumbando mis planes. — Continúo hablando el Duque, luciendo notablemente molesto. — Quiero negociar con usted, su majestad. — ¿Negociar? Pff~ — Lance soltó una risita burlona en ese m