— ¡Listo Vini! Sigamos las lecciones. — Sonrió Tiana al volver al salón.
Virginia volvió a verla y levantando un poco su mano, mostró la carta que sostenía.
La soldado se acercó de inmediato y la tomó viendo el emblema usado en la cera al sellarlo.
— ¡Abril Brown! ¿Por qué esa mujer le ha enviado una carta?
Virginia suspiró con pesar y Tiana le devolvió el sobre.
— Ella quiere que vaya a un almuerzo, el día de mañana… ¿Tengo que reunirme esa tarde contigo a entrenar? ¿No podría decirle al Rey que asistí y saltarme esos tediosos ejercicios?
Tiana se echó a reír en ese instante.
— JAJAJA~ Oh su majestad, no entiende. Él Rey estará pendiente, él irá todos los días y solo se irá cuando esté seguro que usted se lo está tomando en serio.
— ¡¿QUÉ?! ¡¿Qué le pasa a ese hombre?! ¿Cuan controlador puede ser?
Tiana le vió confundida.
— No en