Compromiso
VALENTINE.
Elijah conduce durante más de media hora al límite de la velocidad permitida por la ley dentro de la ciudad, esto lo sé porque alcé un poco la venda para ver el tablero del auto, me da miedo que tengamos un accidente y perdamos la vida.
Aunque he de admitir que mi hombre es un excelente conductor, en lugar de haberse dedicado a los negocios de su familia, debió haber sido piloto, aún está a tiempo. Yo lo apoyaría si decide hacerlo ahora.
—¿A qué te gustaría haberte dedicado si no hubieses estado enfrascado en recuperar el patrimonio familiar de los Relish? —Pregunto con curiosidad, mientras tarareo la canción que está sonando—. No te veo eligiendo ser empresario.
Elijah ríe y disminuye la velocidad poco a poco y por el movimiento irregular del auto, intuyo que ya no estamos en la ciudad y que está conduciendo por un camino de piedra, aumentando más mi curiosidad.
—Me habría gustado ser piloto de las escuderías de McLaren, Aston Martin y Rolls-Royce —musita co