Las horas parecieron volar junto a mi pequeño, vimos una película, comimos dulces e incluso pude
después de tanto tiempo cepillar su cabello recién lavado.
A pesar de no estar en un parque donde podía drenar toda la energía que tenía, él se quedó
profundamente dormido en su cama mientras yo estaba a su lado leyéndole un cuento, no era de
noche aun, pero una siesta no le sentaría para nada mal.
Sali a la sala, me senté delante del televisor y comencé a ver un programa.
¡Ding, dong!
Gire mi cabeza a la puerta al escuchar el timbre, de seguro era Martin era el único que me
visitaría. Me levante del sofá sin mucho animo y abrí la puerta.
-No me digas que…- me quede en silencio al ver de quien se trataba.
-Valentina, lamento haber venido sin avisar. ¿Cómo estas querida?-
Agatha, la madre de Martin se encontraba delante de mi vestida de una forma muy elegante,
realmente era la última persona que esperaría que llamara a la puerta.
¿Qué esta haciendo esta mujer aquí? ¿Martín le dijo donde viv