El entierro de mi hermano fue a medio día, luego del servicio fúnebre en la iglesia. Me mantuve fuerte y contuve las lágrimas, más que nada por mis mostrillos que se aferraron a mí en todo momento. En cada mano tenía agarradas sus manitas.
Estaba desconsolada y muy triste, incapaz de creer que había perdido a mi angelito, una se las personas más importante en mi vida.
Olivia se encontraba apoyada en Mike, quien no se apartó ni un momento de ella, dándole siempre consuelo.
Y Erick se encontraba algo cerca de mí, pero a la vez retirado, quería sentir sus brazos para sentir un poco de consuelo. Pero desde que ocurrió esta triste pérdida a estado algo distante. Quizás piense que quiera espacio, pero la verdad me hacía mucha falta un cálido abrazo de él.
También se encontraban aquí James y Marissa, en todo este tiempo nunca me dejaron sola, siempre me hicieron compañía. Nos habían acompañado muchas amistades.
Al llegar