—Es muy cierto, no se interpongan si no quieren salir heridos o hasta perder la vida —Dice la Ninfa.
—Ahora charlas ninfa, pelea de una buena vez —Una esfera de hielo impacta contra mi cuerpo, y una de roca se acerca.
De un golpe la parto en dos, unas enredaras negras y violetas salen del suelo, a medida que avanzo ellas lo hacen conmigo, un rayo aparece en mis manos, y lo lanzó contra ella, este cae a sus pies.
Ya no tengo el control de mí cuerpo ni de mi parte demonía.
—Tienes que controlarlo Emily, si no como podrás contenerte cuando te enfrentes a Damiel —Solo la mención de ese nombre hace que mi enojo aumente más. —No dejes que la ira te dominé, así no podrás salvar a tus hijos y todos los seres sobrenaturales —Una risa sale de mi sin permiso.
—Y si no quiero salvar a nadie ellos no lo merecen, me han despreciado porque soy un demonio, soy una luna que nunca van a querer, por qué creen que me dicen una luna diferente a todas, ¿díganme?
—Porque lo eres Emily, eres una luna di