—¿Como que Emi? no hay nada que te pueda aliviar el vacío de perder un mate.

—Es correcto Briana, pero soy un demonio y no me afecta como a ustedes, pero creo que lo hace por la unión de la diosa luna, temo que esto pueda causar problemas en mi cordura —Debo encontrar la manera de no dejarme llevar por la ira y el enojo. —La única solución que encuentro para no perder la cordura es mi primera ancla, él fue mi única razón de vida.

—¿Y ese sería? —Sonrió al recordarlo.

—Lo único que me queda, aunque no creo que ayudé mucho ya que lo vi en ese estado y eso aumenta más mi enojo.

—¡Robertito!

—Su nombre es Maikel no Robertito —Digo con enojo.

—Solo piensa que él se recuperará —Me consuela Raúl.

—Trato —Nos acercamos al pueblo y como siempre nuestra presencia causa asombro y repugnancia a la vez.

—Se quedarán conmigo —Asentimos.

La noche cae, pero no tengo ganas de dormir si no es con mi lobo y mis hijos no creo que pueda cerrar mis ojos.

—Mi amor debes descansar tu parte humana lo necesita