Capítulo 19. Necesidad
Leonid no se sentía bien y no solo confundido, físicamente le duele el corazón y no entiende por qué.
«Humano, ten mucho cuidado con lo que vas a hacer, te lo advierto porque eres tonto y rebelde, no podemos alejarnos de Aisha»
«Sí, entiendo que la mordiste y me amarraste a ella sin mi autorización»
«En realidad tu unión a ella la decidió nuestra diosa Selene»
«Tú la mordiste»
«Semántica»
— ¿No dirás nada? Exclamó Portia—. Estoy esperando una respuesta y te quedas pensando demasiado, o la corres o me voy y no vuelves a verme nunca más.
Leonid se aclaró la garganta.
—Estoy ayudando a su hermana, ella tuvo un accidente.
—Adiós —espetó Portia y dio la vuelta.
Leonid la volvió a sujetar.
—Por favor, hablemos más tarde, iré a tu casa y te prometo que te lo explicaré todo.
—Esta noche Leonid, si no vienes no regreses a buscarme.
Leonid conforme suspiró y dejó irse a Portia, volteó y no estaba Aisha.
«Por no dejar ir a esa loba hedionda hiciste enoja