CAPITULO 47
Ella no podía creer que Darién la este hechando y lo que primero se le vino a la mente es si el joven Rey estaría bien sin ella ahí, si no se sentiría mal o presionado, si no buscaría una salida fácil, si volvería a tomar esa enorme cantidad de sustancias.
— ¡Me rehuso a irme Darién! ¡Ábreme ya mismo! — Gritó nuevamente Imery.
Una vez más, no obtuvo respuestas.
Su corazón sintió un enorme dolor punzante…
Era más que claro que a el, ella no le importaba lo suficiente.
Que el seguía locamente enamorado de Ginelly.
Pero Imery se había enamorado.
Ella lo sabía y no quería fingir que no.
Se sentó en el frío suelo apoyando su espalda a la puerta.
— No me iré Darién… Aquí me voy a quedar.
Imery no era una mujer que soltará fácilmente algo en lo que estaba interesada, ella no dejaría ir a un amor así por qué así.
Su terco corazón no se lo permitiría, en el pasado estuvo dispuesta a llevar su relación con Zerek aun cuando ambos estaban en distintos escuadrones.
Todo por