Las caderas de Maell se comenzaron a menear dentro de esa caliente cavidad, tomándola más y más profundo.
“Mmm… amo tu polla Maell” los pensamientos calenturientos de Rose se escapaban de su mente enloqueciendo a los gemelos.
«Mmm, joder amor, Rose te he extrañado nena, te he extrañado al punto qu