Narrador omnisciente
El diario matutino cayó con fuerza sobre la mesa, sobresaltando a todos los presentes en el comedor de los Alcázar. Su hija menor apretó los puños, la mayor no se atrevió a decir nada y la madre de ambas no pudo evitar dar un respingo.
__ ¡¿Como es posible esto?! - soltó Ismael en un rugido.
__ ¿Que sucedió? - quiso saber su hija mayor.
__ Quiero que retires todos los periódicos de las calles. Esto no debe circular. - manifestó con enojo.
__ ¿Amenazaste a...
__ Guarda silencio. - dijo Elena hacia la menor de sus hijas.
__ Mamá, es algo grave. No servirá retirar los diarios de las calles. - explicó ella a su vez.
__ Si no vas a dar soluciones es mejor que cierres la boca. - sentenció su hermana, como siempre queriendo sobresalir frente a su padre y poder complacerlo en todo. - Ahora mismo me hago cargo, padre.
__ Señor, hay varios periodistas que lo buscan. - Ismael no pudo evitar mostrar su furia ante lo que estaba pasando.
No entendía como eso fue posible s