Nuestra semana en Hawái había pasado y me di cuenta de que Andrew lo disfrutó mucho.
Estábamos en el avión de vuelta a casa, pero poco sabía Andrew que tenía una última sorpresa esperándolo en casa.
-¿Sabes lo difícil que fue ocultarte ese tatuaje? -sonreí mal.
-¿No? -murmuró, hojeando su teléfono. Saqué mi teléfono y le hice una foto. Me dio un resplandor.
-Vamos, entra en una conmigo -le supliqué. Tenía muy pocas fotos mías y de Andrew juntos porque no le gusta hacer fotos. Sin mencionar que es probablemente el hombre más buscado del mundo, pero ¿qué puedo hacer al respecto?-. En realidad me preguntaba, ¿