El sol empieza a salir y la tormenta ha perdido fuerza, el pueblo va retornando a la calma de siempre.
Los militares se encuentran en los refugios y las casas que funciona con hospital improvisado.
Me llevan el desayuno al cuarto, veo a la bebé y está dormiditaz volteo hacia Javier y lo miro a como lo he hecho estos últimos meses, inmóvil en una cama.
—Mi vida, tu eres todo para nosotras dos, tu esposa y tu hija te necesitan en sus vidas.
En eso Javier empieza a toser.
—Marisol, ven pronto — grito fuertemente.
No sabía que hacer, hasta que llegó Marisol.
—Esta tosiendo le digo.
Javier vuelve a toser y ella le escucha.
—Tengo que retirarle el respirador, pero lo tiene que revisar un médico, necesitaré que busque al Dr. Bayardo.
Salgo a cómo pude de la habitación, me acercó a una enfermera y le digo que necesit