Capítulo 24. Protegiendo a Irina.
Delia recibió una llamada cuando iba a dormir, se puso de pie y se alegró profundamente.
Tocó la puerta de la habitación de los esposos Bianchi llevando un vaso de leche caliente simulando que su señora se lo había ordenado para esa hora.
_Gracias Delia, qué fuera de mi sin tí...
_¿Su esposo querrá uno? -preguntó siendo muy objetiva en sus deseos.
_No, bien sabes que no me apetece eso, nunca...voy al baño.-Delia lo vió entrar y le hizo una señal de silencio a su señora.
_No hagas ruido y muéstrese normal -dijo muy silenciosa- la niña Irina está bien, me dijo el señor Gael Georgiou.
La mujer lloró emocionada y se mantuvo silenciosa hasta hacerse la dormida cuando entró su esposo.
***
El señor Augusto Georgiou desayunaba muy temprano, parecía muy apresurado cuando entró Anabella, la vió muy desesperada sentándose a la mesa.
_¿Sucede algo? -interrogó el viejo sin deja de llevar la taza a la boca.
_Gael no me respeta, piensa que soy tonta, no duerme conmigo desde que supo que soy estéril.