CAPÍTULO 47: NOCHEBUENA
Anthony la sostiene con fuerza, aunque al mismo tiempo su tacto está lleno de cuidado, como si Katherine fuera tanto suya como algo demasiado precioso para manejarse sin devoción. Sin romper el beso, la lleva hacia la habitación, mientras sus respiraciones se mezclan en un compás que solo ellos entienden.
Cuando cruzan el umbral, Anthony patea la puerta para cerrarla. La deposita sobre la cama, pero no le da espacio para escapar. Se inclina sobre ella, atrapándola bajo su cuerpo mientras su mirada la recorre de pies a cabeza con un deseo tan crudo que a Katherine le falta el aliento.
—Eres tan malditamente perfecta… y lo sabes, ¿verdad? —murmura.
Katherine intenta hablar, pero las palabras mueren en su garganta cuando él desliza una mano por su muslo desnudo, acariciándola con posesión y reverencia. La sensación hace que su cuerpo tiemble, y un suspiro escapa de sus labios.
—Anthony… —jadea.
Él sonríe contra su cuello, dejando un rastro de besos que arden en su