-Gracias por reunirse conmigo-. Deslizo mis dedos alrededor de la taza. Libera una columna de humo en el aire. El aroma del café fuerte me da coraje.
Darrel se sienta derecho y alto en la silla frente a mí. Sus hombros se tensan contra una delgada camiseta blanca. Los dedos gruesos se mantienen planos sobre la mesa.
-Honestamente, estoy sorprendido de que te hayas contactado-.
-Quería llamar a Ezekiel, pero su lealtad pertenece a Kendrew. Él no sería capaz de mantener esto en secreto.
-¿Cuál es exactamente el secreto? ¿Que te vas a encontrar conmigo o que estás de vuelta en la ciudad?
-Ambos.- Mi mirada se aleja. -En realidad no he salido de la ciudad-.
Sus ojos verdes se agrandan al tamaño de estanques esmeralda.
Ofrezco una sonrisa forzada. -Sorpresa.-Kendrew estaba tan seguro de que te habías ido. Casi irrumpió en las oficinas de Baby Box, buscando pelear con Walsh. Bernard tuvo que llevarlo a mi consultorio para que pudiera calmarlo o pasaría los próximos meses en la cárcel-.
Afli