-La señorita Jones envió el almuerzo-, dice Ezekiel, resoplando en mi oficina y dejando un recipiente en el escritorio.
Dejó de redactar mi correo electrónico para el abogado de licencias de Fine Industries y sonrío a las bolsas de almuerzo. El olor de la salsa salada llena mis fosas nasales.
-¿Todavía está en la fábrica?- Pregunto, agarrando una de las bolsas. Se abre con un fuerte sonido metálico.
-Sí. Bernard lo trajo. Ezekiel me mira mal.
-¿Tienes algo que decir, Ezequiel?-
Nos has puesto a ambos a tu servicio de cupido.
-Nala quiere mantenerlo en secreto-. Me doy cuenta de un mensaje de ella y tomo mi teléfono, murmurando distraídamente: -Tendrás que aguantarlo hasta que deje de querer que me encuentre con ella en las escaleras oscuras-.
-Humph-.
Nala:Come algo. O estarás aún más gruñón que de costumbre.
Walker:¿Cómo supiste que estaba pensando en ti?
Nala:No asumas que yo estaba haciendo lo mismo.
Walker:Admítelo. Estás obsesionado conmigo.
Nala:Te estoy ayudando porque eres el