Capítulo 61 — Dos líneas distintas.
Vivienne se limpia los labios, respirando con dificultad por el olor a vómito que flota en el aire.
- No sé, desde ayer, supongo. - responde inocentemente. - Mi vida es cada vez más caótica y eso siempre me afecta al estómago.
Francesca la mira, analizando las palabras de su nuera.
- ¿Tú también te hartas de los sabores? - pregunta con curiosidad la italiana.
- Sí. - responde Viv. - Me harté del perfume de Enzo y del olor de ese pescado en la comida.
La rubia se lleva la mano a la boca, sintiendo que le vuelve la bilis e intentando no volver a vomitar.
Francesca la ayudó a levantarse, llevando a Vivienne al sofá y sentándola. La italiana cogió un vaso de agua y se lo dio a Vivienne.
Viv la miró, recelosa de la mirada que Francesca le dirigía y, sobre todo, de aquella sonrisa maternal que dejó escapar.
- ¿Qué insinúas? - preguntó la rubia con aún más suspicacia.
La italiana se sentó al lado de la rubia y suspiró antes de contestar, manteniendo una mirada tranquila.
- Cariño, no estoy i