Capítulo 58 — Una revelación inesperada.
Francesca la miró con cuidado y cariño, dándose cuenta de lo confusa que estaba Vivienne.
- Ven, siéntate aquí conmigo. - Le pidió, indicándole un banco de piedra en medio de las parras.
Vivienne la siguió, tomando asiento junto a Francesca, pero manteniendo una sutil distancia.
- ¿Puedes explicarme qué está pasando? - preguntó Viv. - ¿A qué viene todo esto? ¿Cómo conociste a mi abuelo? - preguntó ella, visiblemente confusa y estresada.
La italiana respiró hondo y apoyó la mano en la de Vivienne.
- Conocí a tu abuelo hace muchos años, Vivienne. Estaba a punto de casarme con el padre de Vittorio. - Francesca empezó a explicarse. - Ricardo era un hombre maravilloso y yo era muy joven. - Ella sonrió. - Te trajo aquí varias veces. Te recuerdo correteando por ahí con tu pelo rubio y un lazo azul en él.
Vivienne se relajó un poco.
- Continúa. - Preguntó ella.
- Richard me cuidó cuando murió mi marido. Me cuidó durante años y me ayudó a cuidar de estas tierras y de la herencia de Vittorio. -