Vi como sus ojos se cerraban, y sentí como la fuerza abandonaba su cuerpo. Mis dedos sintieron como los huesos de su cuello empezaron a ceder, pero cuando estaba a punto de arrebatarle la vida un ardor en mi antebrazo me hizo retirar mi mano de su cuerpo.
Rae cayó encima del cuerpo de uno de los guardianes asignado a proteger a Alexis y a mi cachorro, estaba inconsciente. El momento de dolor desapareció tan rápido como empezó, pero no lo hizo menos verdadero.
La neblina de rabia que había nublado mi juicio había desaparecido, y pronto fui consciente de todo lo que se encontraba a mi alrededor, la mirada asustada de mis lobos y de mi Beta, la sangre que bañaba el cuerpo de mi mate, la voz de mi lobo gritando en mi cabeza, y la presciencia enfurecida de al menos 10 de los lobos de Silver Moon que se acercaban a la entrada de la casa.
CASI LA MATAS
Exclamo Mack en mi cabeza.
Yo, no s&eac