Capítulo 59
Santiago
Llegamos al hospital lo más pronto que se pudo, mi chofer abrió la puerta y bajé en mis brazos a Helena en el pasillo de entrada, unas enfermeras con una camilla nos asistieron.
Las dos enfermeras se percataron de la emergencia tan grave que tenía mi esposa y que precisaba ayuda urgente e inmediata, solo bastó ver sus caras angustiadas al ver a Helena cubierta de sangre completamente.
–Buenas noches, señor, coloqué aquí a la señora, por favor. La tenemos que trasladar a urgencias.
–Buenas noches, señoritas. Por favor, déjenme ir con ella, es mi esposa y viene muy mal y no quisiera dejarla sola en el estado en el que se encuentra.
Supliqué y acomodé lo mejor que pude con la ayuda de ambas enfermeras a mi esposa en la camilla. Helena, seguía inconsciente.
–Lo sentimos, no puede pasar, espere por favor en sala de espera y en lo que se le da atención médica a su esposa, vaya dando sus datos en recepción.
–Tienen que escucharme las dos, ella está embarazada y no sé des