MARIAM
No puedo evitarlo, no quiero llorar como lo estoy haciendo y menos en sus brazos, sé que son las hormonas es la única explicación y Jesús que sigue moviendo como si hubiera fiesta ahí dentro y en vez de alejarme yo de William lo hace el y siento por una milésima de segunda tristeza en su lejanía que estoy pensando Dios, debo recordar que lo detesto con todo mi ser pero al ver su rostro es la sorpresa lo que muestra
─ ¿Es él verdad? ¿Es Jesús? ─ Cualquier que lo oye o ve pensaría que buen padre se muestra tan conmovido, pero no saben que es un lobo vestido de oveja, no me voy dejar convencer por su sonrisa que piense lo que quiera, podría engañar a quien sea pero no a mí,
─Se supone que sí, o ¿Que cre