「 ✦NO NOS INVOLUCREMOS✦ 」
Santino entró, moviendo su silla de ruedas. Sus ojos azules se fijaron en ella un instante antes de preguntarle.
―¿Cómo estás?
Sophia, inicialmente confundida, pronto entendió a qué se refería.
―Oh, estoy bien. Gracias, Santino… por todo ―dijo, su voz, un susurro tímido.
Pero él, no queriendo que sus sentimientos quedaran al descubierto, le respondió con dureza.
―Fuiste muy descuidada, Sophia. Lo que pasó es por tu culpa.
Ella bajó la cabeza, avergonzada, y decepcionada, le pidió disculpas una vez más.
―Lila me dijo que cuidaste de mí, lamento que… hayas tenido que hacerlo.
Santino evadió su mirada, tensionando las manos al recordar la noche que vivió a su lado y sobre todo su sufrimiento. Sophia, nerviosa, dio un paso hacia él y se agachó intentando acunar su cara. Pero Santino apartó el rostro. Ella bajó la mano, aún más avergonzada, y respiró hondo antes de disculparse de nuevo.
―Desde ahora, no saldrás sin guardaespaldas. ―le ordenó ―Y no te atre