—tengo calor...— Selene siente que todo le da vueltas, y cada vez su cuerpo se siente más y más caliente sin poderlo controlar
—calma, ya casi...
Massimo está pensando qué hacer. No puede llevarla a una clínica o hospital, porque claramente la familia Villarreal se daría cuenta y eso sería tener problemas o que quizás piensen que él la drogó.
Lo único que se le viene a la cabeza, es llevarla a su apartamento privado, lo cual es loco, ya que él jamás ha llevado a una mujer a ese apartamento, pero no tiene opción.
Al llegar a su auto, se acerca Randy.
—¿Señor?— le habla, ya que siente temor al ver a Selene en ese estado y no le conviene que su jefe se meta en problemas, serían problemas para él también
—necesito que alejes a Tatiana y a Jorge, no quiero que salgan de aquí, no quiero que me vean salir
—sí señor
—Massimo, ¿Eres tú?— pregunta Selene mirándolo con extrañeza
—ven, sube al auto— Massimo la ayuda a subir y le coloca el cinturón de seguridad
—señor ¿Seguro que está bien?