capitulo 212

Mi corazón se acelera al escuchar sus palabras, y no puedo evitar besarla al tenerla tan cerca.

“Debemos volver a la sala. No deberíamos dejarlos solos, ellos vinieron a conocerte,” le digo en cuanto termina de curar todas mis heridas.

“No. Tú te vas a quedar descansando para recuperarte. Así que, a la cama.”

Definitivamente no puedo negarme, no cuando está así de molesta. No protesto y me recuesto. Ella da unas vueltas más por la habitación antes de detenerse frente a mí con una cuchara en la mano.

“Abre,” me dice, mostrando lo que reconozco como ese asqueroso jarabe.

“No es necesario.”

“Abre.”

No protesto más. Solo arrugo la cara al sentir ese asqueroso sabor. Guácala.

“Buena chica. Ahora descansa, mi amor.” Me deja un pequeño beso y se retira.

Maldita rubia loca. Mi cerebro comienza a repasar todo lo sucedido en el bosque: ese aroma, los golpes, la estaca… ese aroma otra vez inundándome. Definitivamente son familia. Sus ojos, su cara... El dolor. Mi nariz. Estúpida rubia loca.

Mi c
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