Un escalofrío recorre mi espalda al escucharla, pero no puedo evitar sonreír ante su tono amenazante, que más que darme miedo, me provoca otra sensación completamente distinta.
"¿Castigo, eh?" murmuro, acercándome aún más. "Eso suena... interesante."
Samantha solo sonríe, un brillo travieso en sus ojos. "Vamos, busca la película. Ya tendremos tiempo para hablar de castigos más tarde."
Solo dejo que mis sentimientos fluyan a través de ese beso, largo y profundo. Siento cómo su respiración se entrecorta, y aunque intento no apurarme, el beso termina como siempre. Le dejo pequeños mordiscos en su labio inferior. ¡Qué delicia!
Me río y la sigo, sabiendo que, con ella, cada momento es una mezcla perfecta de pasión, tensión y diversión. Aunque Kevin se haya salido con la suya esta vez, sé que lo único que realmente me importa es estar a su lado, disfrutando de esos pequeños momentos que hacen que todo lo demás parezca insignificante.
Nos acomodamos en la cama, listas para nuestra tarde de p