La puerta se habré y ella me mira intensamente, me está analizando, viste un pequeño pijama de seda, le queda increíblemente sexy "entraras o te quedaras allí toda la noche?"
"para que me pedist... pidió que venga"
"entra" lo hago escucho como se cierra la puerta tras de mí.
"puedes... Puedes... Dormirás aquí hoy, elige el lado que más te acomode" su voz ya no es tan firme, pero ojos negros están alerta.
"no, no me quedaré, no soy un juguete que puedas tener cuando se te antoje" no volveré a caer es su juego.
"no dije que te desnudaras, o que tendríamos sexo, solo que dormirás aquí, y no es una petición, es una orden"
"yo no..."
"si no cumples, está bien. Puedes irte, pero atente a las consecuencias" me está amenazando. Respiro profundo para controlar mi enojo y elijo un lado de la cama, el derecho, no digo más solo me meto en ella completame vestida y me tapó con las cobijas, ella hace lo mismo.
"buenas noches" y no escucho ninguna palabra más, intento no moverme, pero es incómodo,