Capítulo 188
Fue entonces cuando Camila se dio cuenta de que también había un chico delgado sentado en la sala de estar. Se parecía mucho a Noé cuando este estaba en la escuela secundaria. Sin embargo, su semblante parecía más dócil que el de Noé.
El chico se acercó y se paró al lado de Elías.
—Isabel —dijo el joven con cuidado después de echarle un vistazo a Camila.
—¡Deja de llamarme así! —Camila le lanzó una mirada fulminante y señaló la puerta—. ¡Elías, llévate a tu hijo y vete!
Elías argumentó:
—Isabel, él también es tu hermano…
—¡Noé es mi único hermano!
—Isabel, te lo ruego. A Henry le han diagnosticado leucemia —era obvio el motivo por el que Elías estaba allí—. Tú y Jennifer son las únicas donantes de médula ósea compatibles con él. No te hará daño donar un poco de médula ósea —suplicó Elías.
Al oír eso, Camila finalmente entendió lo que estaba tramando y se burló:
—Ah, entonces, ¿tu hijo está a punto de morir de leucemia? ¿Y por eso ahora viene con todo es