Capítulo 068
Justo cuando Camila hizo la llamada y quiso taparse la boca con la ropa, el conductor que iba delante ya llevaba mucho tiempo cubriéndose la boca y la nariz. Después de inhalar demasiado de ese gas, terminó desmayándose.
Unos minutos más tarde...
Camila recuperó el conocimiento sentada en una silla, con las muñecas y los pies atados.
Alguien más estaba sentada en la silla frente a ella, a un metro de distancia.
—Oye, ¿estás despierta? —Lena la miraba con una expresión arrogante. Amaba el color rojo, y ese día llevaba una bonita falda a cuadros de ese tono. Se apoyó perezosamente en la silla con las piernas cruzadas, luciendo como una princesa mimada.
Camila se calmó al verla. Gracias a Dios, es esta dama caprichosa. No estoy en peligro.
—Señorita Larson, puede ser franca si desea discutir algo conmigo. No hay necesidad de atarme —dijo Camila con serenidad.
—¿Crees que puedes discutir algo conmigo? —Lena frunció el ceño, se levantó y se acercó a Camila antes