Capitulo 24.
Cada día noto a Salvatore más estresado...
Estoy arreglandole unos documentos por orden cronológico y se me dificulta concentrarme cuando lo veo tan tenso... Por eso decido hacer algo, dejo los papeles sobre el escritorio, me pongo de pie y camino hasta quedar parada detrás de su silla.
Él, está tan concentrado en su computadora que parece no percatarse de mis movimientos, hasta que coloco las manos en sus hombros y es cuando gira la cabeza para conectar sus ojos con los míos.
-¿Que haces?
-Relajate un poco-Le pido con una leve sonrisa.
Comienzo a masajear toda la zona, haciendo presión con mis pulgares y siento como empieza a soltar sus músculos.
Después de varios segundos, recuesta la espalda completa de la silla, cierra los párpados y suelta un enorme suspiro.
-Eso se siente bien.
-Esa es la idea.
Repito los movimientos por vários minutos hasta que lo siento más tranquilo, más suelto.
-No entiendo porque estás tan estresado-Digo momentos después, deteniendo mis manos.
-Por todo...