—Zac por Dios tengo mucho miedo

—nada malo sucederá, dime qué si te casas conmigo lo más pronto posible

—claro que acepto Zac, si yo me muero por ti— confiesa Katerin y luego, él se coloca de pie, se acerca a ella para besar sus dulces labios

—no se cómo pagarte lo feliz que me haces, no temas cariño, Dios te ha enviado a tus dos hijos nuevamente, pero porque tendrán un buen padre que dará su vida por todos tus hijos y por ti

—Zac— dijo ella en voz baja y lo abraza fuertemente, ella pudo escuchar aquel suspiro de Zac

—la familia, ahora seremos 7 el número de la suerte— susura Zac

—eres demasiado tierno cariño, pero vamos con la doctora si, quiero hacerle muchas preguntas, además también quiero ir con los niños y decirles

—ay mujer, déjame a mi darle la noticia, si por favor mi amor— súplica Zac

—esta bien— responde ella con una débil sonrisa y se sienta en la camilla, Zac la iba a cargar —mi amor, si no quieres verme con un genio de los mil demonios, no me cargues, estoy embarazada,