CURVAS DE INFARTO. CAPÍTULO 18. Pelear por mí
Elías miró a Chloe con los ojos entrecerrados, claramente preocupado. Su expresión no era de incomodidad, sino de una especie de resignación que no podía controlar.
—No puedes hacer esto, Chloe —repitió con voz grave, como si de alguna manera fuera un co