—Dime una cosa. ¿Sabes volver sola a tu casa? —le preguntó la mujer.
Danna lo pensó un momento, no conocía mucho a la ciudad pero no era tan grande como para que se perdiera.
—Sí, supongo que sí.
—Entonces da un paseo largo. Camina. Respira. Haz un recorrido en tu regreso y veremos si el cansanci