—Tienes que calmarte, ya no te queda nada que romper. Si te lastimas tú jamás encontraremos a Danna... —lo reconvino Jhon y Loan lo miró desde el otro lado de la habitación con los dientes apretados.
—¿Por qué no lo dices con todas sus letras? "Cálmate antes de que dejes a tu hijo huérfano de madre