CAPÍTULO 95: UNIÓN DE ALMAS.
CAPÍTULO 95: UNIÓN DE ALMAS.
En su oficina, Inesa cerró la puerta con brusquedad, deseando descargar toda su rabia en algo o alguien. De repente, en un arrebato de furia, barrió todo sobre su escritorio. Las palabras humillantes de Sebastián no dejaban de repetirse dentro de ella.
—¡Maldit@, mil veces maldit@! —gritó.
Para ella, la culpable de todo era Isabella. Si ella no hubiera aparecido en la vida de Sebastián, lo habría conseguido. En este momento sería su esposa y tendría al hombre que quería desde que lo conoció. Pero Isabella había aparecido para arruinarlo todo, y no conforme, no dejaba de molestarlo.
Caminó hacia la licorera y se sirvió un vaso de whisky. En sus ojos había un brillo oscuro y cruel.
—Ya que insistes en ser mi principal obstáculo, no me dejas otra opción, Isabella.
Bebió un sorbo y el líquido le quemó la garganta.
—Porque siempre consigo lo que quiero, y lo que quiero en este preciso momento es que desaparezcas.
Su teléfono vibró en el suelo. Se agachó para to