Héctor.
Mi mente estaba en otra dimensión al ver a mi esposa conectada a varios cables, me preguntaba una y otra vez. ¿Será posible que sobre viva, o habrá un donante? Dios mío te lo pido que nos des una oportunidad. Su rostro luce demacrado, cansado y con dolor. Las puertas se abre entra la enfermera y la ginecóloga que nos a atendido durante estos meses. -Señora Savanna, dentro de poco entraremos al labor y parto, entiendo su situación pero debe usted poner de su parte, se que será difícil poder parir, ya que su respiración está muy dificultosa pero hágalo por su bebé.-Savanna asiente y a la vez aprieta mis manos.No puedo hacer nada al respecto, sólo apoyarla. Como quisiera sentir el dolor que ella está sintiendo en estos momentos. -Bien aún esperaremos que tenga contracciones más fuertes, mientras tanto respire profundamente-Dice la obstetra con tranquilidad, obvio