Capítulo568
Ella respiró hondo y sonrió mientras se acercaba.

—Don Ramón, buenas tardes.

Don Ramón detuvo un momento la mano que sostenía la comida para los peces y, después de echar un vistazo a Manuela, continuó con su tarea.

Cuando Manuela llegó a su lado, él finalmente habló.

—No esperaba que tuvieras el valor de venir a buscarme.

Manuela rió.

—Don Ramón, esa frase no la entiendo del todo.

Don Ramón resopló con desdén.

—No creas que no sé lo que le hiciste a mi nieto.

Manuela levantó una ceja.

—Eso ya es pasado. Ahora soy la persona que salvó la vida de Leo.

Fue en parte por eso que Don Ramón no rechazó a Manuela. Dejó la comida para los peces en una mesa de piedra cercana y se sentó en un banco de piedra.

—Adelante, ¿qué quieres de mí?— preguntó.

Manuela también se sentó y fue directa al grano.

—Vengo a hablarle de Felipe.

Don Ramón mantuvo la calma, como si ya supiera todo sobre ella y Felipe.

—Felipe no tiene nada que ver contigo. ¿Qué tienes que decir al respecto?

A Manuela no le im
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