Yaritza apretó con fuerza sus labios, y en sus ojos claros y hermosos se reflejaba claramente un odio hacia Miguel y en general hacia la familia Torres.
Si alguien le hería o amenazaba la vida de sus seres queridos, ¿cómo debería responder? Naturalmente, la respuesta era ojo por ojo, diente por diente, ¡recuperar todo con intereses incluidos!
—¡Voy a hacer que la familia Torres desaparezca por completo de Narvalia!
...
Luego, Yaritza habló con Daniel y Carmen durante un buen rato.
Cuando se fue, Jacinto, parado en la puerta, ya no podía contener las lágrimas. Al ver a Yaritza, sin decir una sola palabra, se desmayó de inmediato.
Yaritza se sorprendió y rápidamente extendió la mano para ayudar a Jacinto.
—Jacinto, ¿qué estás haciendo?
—Señorita, gracias —dijo Jacinto entre completos sollozos.
—Jacinto…
—Fui criado por el señor Pérez, sin él, no sería quien soy.
Nunca había escuchado a Jacinto hablar de su pasado.
Ahora, lo entendía absolutamente todo.
Jacinto se golpeó el pecho: —Si la