—Desde la escuela estuve enamorada de David.
—Por fin, pude acercarme a él. Gracias a mi habilidad en los negocios, cada vez me valoraba más.
—Estaba a punto de lograrlo… de estar con él, de que nos enamoráramos, ¡pero tú!
—¡Tú, Esmeralda! ¡Tú lo arruinaste todo!
—La noche en que David estaba borracho y a punto de estar conmigo… ¡tú te lo llevaste!
—Me dejaste sola, indefensa, y fui violada por ese cliente gordo y calvo.
—Ese maldito no solo era un pervertido… Como intenté resistirme, me rompió la pierna.
—Fue tan duro que me hizo sangrar por dentro. Nunca podré ser madre.
—¡Esmeralda, destruiste mi vida!
—¡Pero al fin, al fin te he destruido a ti, maldita perra!
—¿Sabes cuánto he sufrido todos estos años?
—¿Sabes cuánto hemos trabajado, cuánto hemos luchado para llegar hasta aquí?
—¡Esmeralda, merecías esto! ¡Mereces sufrir!
—¡No tienes idea de cuánto disfruto verte así, ja, ja, ja!
Armando miró a su hermana, que estaba completamente fuera de sí, llorando y r