Capítulo 4

Elena

Después de regresar de mi muy extraño viaje en Las Vegas, volví a mi rutina habitual como responder cartas, trabajar desde una parte del castillo que en realidad parecía más bien una mansión, realizar una o dos apariciones publicas.

He tratado de no pensar en lo que hice y mantenerme alejada del ala principal que es donde Alessandro está esperando ha que cometa un error para matarme.

Últimamente no me he sentido muy bien, me siento más cansada de lo normal y mi apetito ha disminuido, a  parte tengo unas nauseas que son horribles, hace un año que puede recuperarme de mi bulimia donde había estado estancada por casi 12 años. 

Nana Grace y su esposo Billy el mayordomo de mi parte del castillo me han dicho que puede ser un resfriado, pero lo que no saben es que mi periodo se ha retrasado 3 semanas, estoy algo inquieta porque si estoy embarazada... esto no estará nada bien, Sandro matara a mi bebé y no sé quién es Luca, tengo que salirme del castillo.

Probablemente le pida a Killian que me cuide y me deje tener a mi bebé en Irlanda, pero antes tengo que hablar con Alessandro... Il diavolo.

- Oficina del Rey. 

- Hola Carson - para hablar con el rey es necesario hacer una cita - ¿puedes solicitar al secretario de su majestad el rey, una audiencia de carácter urgente por favor?

- Desde luego su alteza, en este mismo instante nos comunicamos con él - pasan alrededor de 5 minutos, cuando me confirma que puedo salir de mi ala del castillo para poder verle. 

- Nana prepara una maleta me voy a Irlanda por un año, necesito estar con Sienna cuando dé a luz y apoyarla - digo al entrar a la cocina donde Billy y Nana están cocinando.

- Por supuesto mi niña - me observa unos segundo - ¿quieres que te acompañemos? - claro que quería pero entre más seamos peor sera la situación. 

- No nana, tu y Billy necesitan unas vacaciones; les he dejado la casa de Grecia para un año pueden salir un día después que me vaya o irse conmigo, dejarme en irlanda y después seguir su camino ¿Qué me dicen aceptan este regalo de mi parte?

- Por supuesto que si hija, tu nana y yo estaremos muy felices de poder disfrutar un poco a solas - besa su cabeza y yo sonrio. 

- Desde luego que sí - les doy una sonrisa -  bueno me voy porque tengo que hablar con Sandro, nos vemos.

Paso corriendo para que no me detengan, llego a la puerta de la oficina donde  un hombre del servicio esta de pie, custodiando la puerta - Vengo a ver a su majestad, puedes anunciar mi presencia por favor - el hombre asiente y deja la puerta abierta. 

- Su majestad, su alteza real la princesa de gales - me hace una reverencia y me indica que entre.  

 Alessandro no es un hombre feo, la verdad es atractivo; a sus 55 años él hombre parece de 35 años;  cuerpo tonificado, mirada dura, llena de maldad... y odio, un odio que siempre ha estado en sus ojos al verme.

- ¿Qué mierdas quieres nene estoy ocupado? - "nene" es el apodo que mas odiaba en mi vida, Alessandro me lo puso nada más verme y cuando me castiga ese apodo se volvía en mi enemigo. 

- Lo sé, solamente quiero decirte que me voy por un año a irlanda para apoyar a Sienna - levanta su mirada - me lo ha pedido ayer y no tengo compromisos en mi agenda.

- Haz lo que quieras me importa una m****a - lo se, si fuera por él ya estaría muerta  - pero recuerda hija de puta de no abrir esa linda boquita con cosas que no tienes que mencionar -Sandro sabe que si hablo esta jodido y que si hablo tengo las horas contadas.

- Desde luego, solo iré a cuidar a Sienna y ver a Killian.

- Cómo sea, lárgate ahora mismo si quieres y deja de venir a verme, me enferma el solo verte - asiento y me doy la vuelta lista para irme, cuando su voz me detiene en seco -   dime algo zorra ¿Qué hiciste en las vegas?

Todo color se desvanece de mi rostro, pero me la arreglos para poner mi rostro sin emociones antes de darme la vuelta y obsérvarlo tal como me ha enseñado, si miraba una pisca de duda me llevaria una golpiza como la última vez.

- No hice nada, el dueño del hotel firmo para ayudar a la fundación nada más -Sandro se levanta y se coloca enfrente de mí.

- Bueno - susurra y me observa de arriba abajo - espero que una de las fundaciones de las que te has hecho cargo sigan lavando el dinero Nene - imbécil. 

- Desde luego esas fundaciones son tuyas, las demás son mías, así que por favor no las toques... -no me da chance de decirle que se puede ir a la muy m****a, porque me abofetea en el rostro haciendo que me golpee la cadera con una de las sillas.

- Eres una perra si piensas que me puedes hablarme así - me limpio la sangre de mi nariz -  si no te he matado es porque te ganaste al pueblo y eso no lo puedo revertir - se coloca de cuchilla -  además sería muy obvio que pasara un accidente que provocara tu muerte de un día para otro, ahora levanta tu lamentable trasero y lárgate.

Me levanto y salgo de esa horrible habitación. Había soportado todo y a la vez nada de la maldad de Sandro. 

Cuando paso por el pasillo me detengo frente a un espejo observando mi rostro, el mismo rostro de una mujer sola y triste, mis ojos... mis ojos que de niña amaba porque me recordaban a los de mi padre, esos que tenían una luz de inocencia y felicidad se fueron apagando día a día con los maltratos de Sandro. 

Lo mejor que podía hacer es irme de este lugar y buscar una solución, soy una idiota por dejar que un niño venga a este mundo donde no voy a poder protegerlo, donde soy yo la que sufre, un bebé que viene a esta mundo para darme alegría y amor incondicional, pero también a sufrir... dios que había hecho.

Paso corriendo para no toparme con nadie en esta parte del castillo, me voy directo a mi habitación para ayudar a nana a empacar y mandar un mensaje a Killian para decirle  que llegare a verlo y que necesito hablar con él lo más pronto posible: necesito tu ayuda, eso es todo lo que puedo decirle.

Al salir con mis maletas lista, veo a mi nana y su esposo listos también, para tomarse unas bien merecidas vacaciones.

-Por favor mi niña cuídate y si necesitas algo por favor no dudes en llamarnos, estaremos allí para apoyarte lo sabes ¿verdad? - me abraza muy fuerte y algo en el fondo de mi corazón me dice que mi nana sospecha  de que en mi vientre hay un bebé, lo sabe, ella lo sabe.

-Nana - lloro y la abrazo muy fuerte - por favor nana solo... no sé qué hacer tengo miedo - me aferro a ella -  si Sandro se entera me va a matar y lo va a matar a él, tengo mucho miedo - ella solo me abraza, dándome consuelo, su esposo Billy nos abraza a las dos.

- No te preocupes mi niña en el fondo Grece y yo sabíamos que no te ibas por Sienna, déjanos acompañarte, déjanos cuidarte y déjanos poder ayudarte a buscar una solución.

- Esta bien, si me podrían acompañar se los agradeceríamos mucho - me separo de mi nana, me regalan una sonrisa de comprensión porque sabemos el daño y el dolor que hemos vividos.

Y así partimos 3 adultos y un bebé que se estaba formando muy tranquilamente en mi vientre; rumbo a Irlanda, rezando a todos los dioses para que Luca pueda encontrarme y ayudarme.

Necesitaba su ayuda, en el fondo de mi mente sabía que ese hombre no era un hombre cualquiera, no lo era y esperaba su ayuda con este bollo y que lo quisiera, pero ante todo necesitaba ser libre y él era el único que podría pelear contra Il diavolo...

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP